miércoles, 12 de octubre de 2011
Bajar el submundo donde las almas diambulan, vagan, caminan y apenas existen entre los pasillos y vagones. Con vendedores de discos piratas que ensordecen y lamparitas de novedad. Vivir bajo tierra, dentro de un submundo el cual cada quien ha creado y de pronto salir. Ver el cielo que nos ciega quedarnos ahi, como si jamas lo hubieramos visto y pensar solo por un segundo que se puede tocar, que es mio. Que es propio. Pero en cada escalón, tomar la conciencia del tiempo y saber entonces que es tarde. ¿Para qué? Quiza para iniciar una vida, quiza para creer que las nubes son de algodon. ¿ o para saberme amado, amar y conjugar ese verbo en todos sus tiempos. Pensar que podemos vivir en el cielo, amados, amando... ¿por que no? si diario estamos bajo la tierra, y vivimos muertos. El ver por primera vez ese cielo es como ver tus ojos, es como la resurección de Lazaro...
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1 comentario:
El cielo, misteriosamente, tiene esa magia curativa. No descubro aún que será exactamente; si las nuebes conjugadas con el viento, o el sol detrás de los cerros, o el reflejo del mar... o como dicen las encuestas y los exámenes de opciones múltiples, todas las anteriores.
Que sean buenos tus días.
Besos.
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