En que creer...

El 16 de Junio es un día especial, de niños mi madre nos llevaba a la iglesia del la Virgen del Carmen, en el barrio del Carmen en la ciudad de México. Un barrio perdido en el centro de la ciudad, pegadito a Tepito y la colonia Morelos. Me compraba una veladora y la encendia con la llama de las que estaban ahi debajo de una virgen de manto café. Mientras rezaba unas aves marias, me persinaba y terminaba con un padre nuestro. La iglesia es sombria, con un vitral de san Simon Stock que narra la aparicion de la Virgen en el cerro del carmelo. Hundimientos de suelo y mendigos que aprovechan la sombra para escapar del calor y dormir la mona. Los escapularios cuestaban 5,000 pesos y mi madre me colocaba uno en el cuello, cada año junto con la vendicion del cura. Al salir de la iglesia, vendian gorditas de nata envueltas en papel de china de colores, nos compraban un paquete y si nos habiamos portado muy bien, un juguete de falluca. Así recuerdo como mi fe se fue formando. Años despues deje de ir, me volvi un hereje, blasfemo que criticaba el sistema papal, y eclesiastico. Nunca entendi como el abad de la basilica de Guadalupe, Shulemburgth tenia autos de colección, como ferraris, maseratis y mercedes, piezas de oro del siglo pasado y comia filete todos los días. Después deje de preocuparme por los curas pederastas y el sistema eclesiatico, hasta el punto que dejo de importarme. Hace unos meses viaje a ciudad de Mexico, al bajar del autobus tome el metro para ir a la misma iglesia. Ebrad habia dejado casi igual las cosas en el barrio. Al llegar y ver el vitral recrde muchas cosas, puse una veladora y dije las mismas oraciones que de niño. Me compre un escapulario y me lo colgue al cuello. Al ver el rostro de la virgen recorde el de mi madre y comprendi por que me inculcaron esa fe, por que hay cosas que no son faciles de explicar pero si de sentir. Uso un escapulario Carmelo no por que quiera ser buen cristiano, solo quiero ser buena persona, demostrarme a mi mismo que puedo ser recto y vivir con eso todos los dias. Aveces me gusta recordar el sabor de las gorditas de nata y el abrazo de mi madre, quien al igual que la virgen siempre estara ahi para ayudarme a levantarme, lo recuerdo cuando el frio de la madrugada se mete en mi habitación y la soledad no me deja dormir. Por eso siento que siempre buscamos en que creer.