lunes, 22 de noviembre de 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

"...Fue a abrir con lo ojos morados y el cuerpo sometido a espasmos. Quitó confiada el seguro de la puerta y no alcanzó a ver el rostro de su asesino, oculto tras un ramo de rosas rojas. 'Floreees', dijo el emisario y se interrumpió para jalar el gatillo. Ella escuchó un clanc seco; sintió un calor amable en un ojo y un desvanecimiento que la llevó de golpe al piso". (Alejandro Paez Varela. Corazón de Kaláshnikov: el amor en los tiempos del Narco)

De reprente la foto me llevó a esa escena, yo sabía que ya la había vivido.